Regresaste como todo
cuando es delicioso y breve
con apetitos ajenos
a mi alma que no llueve.
Las miradas gritan lodos
palíndromos y anagramas
garrapiñados bocetos
se derraman en tus ganas.
Silenciados y escondidos
secretos traes y robas
desenfadados ligeros
conquistas, galán de alcoba.
Me revela tu saliva
que el fuego no se ha apagado
Que urgido por la sentencia
no ha quedado resignado.
Ungido de tanto gozo
más ansioso que desahogado
tú, sombra, la nada, el todo
reduces mi desenfado.
Sin barrotes, con ribetes
cual disco de antiguo tango
mezclas sudor y poemas
lágrimas y desencanto.
Con móviles y expectantes
ganas antiguas, las de antes,
anudando tus gemidos
las notas son disonantes.